El director confiesa que “los niños están muy ansiosos, porque el repertorio no es fácil, sino de nivel profesional. Ellos lo están conociendo y, por lo tanto, sienten una responsabilidad enorme. Pero de eso se trata todo esto y lo pasamos muy bien tocando. Creo que ellos hacen lo mejor que pueden y se logra un bonito resultado. Les gusta mucho salir y esto da sentido al proceso de la música orquestal”.

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